La Ruta del Cares con niños

La Ruta del Cares en los Picos de Europa con niños en familia

Hoy hablamos de hacer la Ruta del Cares con niños, una actividad ideal para los viajeros que les encanta hacer excursiones en familia y para apasionados del paisaje asturiano. 

La ruta o senda del Cares es una espectacular ruta senderista de 12 kilómetros de longitud, que se encuentra en el Parque Nacional de Picos de Europa, entre las provincias de Asturias y León. Este itinerario junto con el Descenso del Sella en canoa destacan entre las actividades de turismo aventura en el Principado de Asturias.

Un recorrido conocido como la Garganta Divina, que se extiende por el desfiladero del Río Cares. Una espectacular ruta, de dificultada media-baja, ideal para realizar con niños, donde la naturaleza y el murmullo del agua están presentes a lo largo de todo el camino. Una aventura para toda la familia.

Cómo llegar

La conocida ruta del Cares, que transcurre desde el pueblo de Caín en Posada de Valdeón, provincia de León hasta el pueblo de Poncebos en Asturias. No es una ruta circular, así que podemos elegir comenzarla en cualquiera de las dos provincias, Asturias o León.

Si la senda se hace desde Poncebos a Caín, se puede dejar el coche en Arenas de Cabrales o en cualquiera de los dos aparcamientos que hay habilitados, uno en la central hidroeléctrica de Poncebos y el otro pasando la central, donde el funicular de Bulnes. Para llegar hasta este pueblo, los viajeros que se desplacen desde Asturias o Cantabria, deben tomar la carretera AS-114 y los que procedan de León deberán acceder a través de la AP-66.

En cambio, si la senda se realiza en sentido contrario, desde Caín a Poncebos, opción más recomendada para hacer con niños. Para ello nos dirigimos al pueblo de Caín, donde dejamos el coche. Para acceder a este pueblo, tenemos que llegar hasta Posada de Valdeón, por la N-625, desde Asturias, y por la CL-624 desde León, en dirección a Riaño.

Es necesario que tengáis en cuenta, que el recorrido no es circular, así que, al finalizarlo, debemos regresar a buscar el coche al punto de partida, lo cual no os recomiendo hacer a pie si vuestros hijos son pequeños, pues el recorrido sería demasiado largo. Si contáis con dos coches, siempre podéis dejar uno en cada extremo del recorrido y así no tendréis ningún problema. Pero si no es así, podéis contratar el regreso con alguna empresa de Turismo activo. 

La Central Hidroeléctrica de Camarmeña en Poncebos

Dónde comenzar la Ruta del Cares

La ruta del Cares no presenta ninguna dificultad para realizarla en familia y además está muy bien señalizada a lo largo de todo el trayecto.

Para los que, vayáis a hacer esta divertida excursión con niños, lo más recomendable es que la comencéis en el pueblo de Caín, en León, en Caín, por varias razones:

La primera y más importante es porque así haréis casi todo el trayecto bajando y los niños se cansarán menos.

La segunda, y no menos importante, es porque la parte más espectacular del trayecto es la que va precisamente desde Caín hasta el puente de Bolín, con lo cual, si vuestros hijos se cansan y decidís dar la vuelta, habréis recorrido la parte más característica de esta senda. Nosotros la hicimos completa, ya que nuestros niños se lo pasaron tan bien, que no se les hizo nada largo.

puente La Jaya

Descripción de la Ruta del Cares

Como ya comentamos anteriormente, lo ideal es hacer la ruta del Cares con niños desde el pueblo de Caín, tal y como nos recomendaron.

Tras aparcar el coche, iniciamos el camino hacia las montañas, dejando atrás el pueblo, por la margen izquierda del río, cruzándolo en el Puente de los Pinteros, para llegar a una pequeña presa, que es donde da comienzo la senda.

Iniciamos la excursión, cruzando la presa, por una pequeña pasarela, que nos condujo a un desfiladero de túneles excavados en la roca de las paredes que forman la garganta, en los que pudimos ver pequeñas cascadas. Esta parte de la ruta es la única que se encuentra vallada, pero debemos tener cuidado porque el suelo puede estar resbaladizo.

Tras pasar la zona de túneles, un espectacular paisaje rocoso se abre ante nuestros ojos. Al cabo de aproximadamente 1 kilómetro, llegamos a una zona un poco más ancha, una especie de cueva donde paramos a descansar, la Cuevona. En ese mismo lugar se encuentra un puente metálico que nos permite cruzar la garganta en uno de las zonas más verticales y estrechas de toda la senda, se trata del Puente de los Rebecos. Daba un poco de vértigo, la verdad.

El trayecto se vuelve a estrechar, así que se debíamos ir con cuidado, vigilando de cerca a los más pequeños. Pronto llegamos al Puente de Bolín, donde la ruta ya se empezó a ensanchar. Llegado a este punto, si vuestros hijos están cansados, podéis dar la vuelta. Vuestro recorrido habrá sido de 4 kilómetros en total, pero habréis recorrido la parte más bonita de esta ruta.

Si decidís continuar caminando, llegaréis hasta la Majada de Culiembro, que se encuentra justo a la mitad del recorrido, donde hay una explanada en la que hemos parado para comernos unos bocatas e hidratarnos. Continuamos la ruta hasta llegar a Poncebos. ¡Prueba superada!

Uno de los puentes que nos encontraremos en la Garganta Divina del Cares

Consejos y recomendaciones para hacer la ruta del Cares con niños

La ruta no presenta ninguna dificultad para realizarla en familia, pero la senda apenas tiene los dos metros de ancho y en muchos tramos no cuenta con valla protectora, así que es recomendable llevar a los niños de la mano y caminar arrimados a la pared.

Os aconsejamos hacer la excursión, en otoño o primavera. Una buena opción es hacerla en Semana Santa, el paisaje es espectacular, la combinación de verdes es impresionante. Incluso probablemente veréis fauna durante el camino, como por ejemplo cabras en la orilla del camino.

Procurad que los niños no tiren piedras al río, ya que por la parte baja, discurre otra ruta y podrían darle a alguien.

Muy importante, llevad agua y comida para reponer fuerzas, ya que en todo el camino no hay ninguna fuente donde beber, y por supuesto, ropa adecuada y calzado cómodo, que no resbale.

Y, sobre todo, tener mucha precaución al sacar fotos. 

La ruta del Cares es una excursión recomendable para hacer en familia y con niños. El que viene, repite.

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