
La Olla de San Vicente: guía de la ruta a la poza de aguas esmeralda en Asturias
La Olla de San Vicente es una de las rutas de senderismo más populares y espectaculares de Asturias. Esta poza natural de aguas color esmeralda, formada por el río Dobra, ofrece un entorno de cuento: bosques frondosos, montañas de fondo y aguas cristalinas donde refrescarse en verano. Es un destino ideal para familias, parejas y amantes de la naturaleza que buscan un paseo fácil y un lugar único para bañarse en plena naturaleza.
A continuación encontrarás toda la información necesaria para visitar la Olla de San Vicente: ubicación, recorrido, cómo llegar, consejos, mejor época y normas para cuidar este paraíso natural.
¿Dónde está la Olla de San Vicente? Ubicación y entorno natural
La Olla de San Vicente se encuentra en el oriente de Asturias, en el límite entre los concejos de Cangas de Onís y Amieva, muy cerca del Parque Nacional de los Picos de Europa. Se localiza en el cauce del río Dobra, un tributario del Sella conocido por la pureza y el intenso color turquesa de sus aguas. Este rincón natural actúa en algunos tramos como frontera entre los municipios de Amieva y Cangas de Onís, y marca prácticamente el inicio del territorio del Parque Nacional.
El entorno de la Olla de San Vicente es un bosque de ribera bien conservado. Durante la ruta caminarás entre alisos, sauces, fresnos, avellanos y robles que bordean el río, creando sombra y un ambiente fresco. A medida que se avanza, el paisaje se abre a praderas con antiguas cabañas de pastores, para luego estrecharse de nuevo en una senda junto al agua.
La joya final es la poza de la Olla: un gran pozo natural de aguas verde esmeralda y gran profundidad (algunos puntos alcanzan hasta ~5 metros). Está enmarcada por rocas y vegetación, con una pequeña cascada río arriba que alimenta la “olla”. Un rincón ideal para darse un baño en plena naturaleza.

Distancia, duración y dificultad de la ruta
La ruta hasta la Olla de San Vicente es sencilla y apta para casi todos. A continuación, te presentamos sus datos básicos:
Distancia (ida y vuelta) | Duración estimada | Dificultad | Desnivel | Tipo de ruta |
Entre 5 y 6,5 km en total | 1h 30m – 2h (según ritmo y paradas) | Fácil (apta para niños) | ~50 m (suave) | Lineal (mismo camino de ida y vuelta) |
Como ves, es un recorrido corto (unos 2,5-3 km por trayecto, según el punto exacto de inicio) que se suele completar en algo más de hora y media en total (tiempo caminando). La dificultad es baja, ya que el camino es prácticamente llano y sin desniveles importantes. Esto la convierte en una excursión ideal para hacer en familia, incluso con niños pequeños. Muchos asturianos la han realizado en su infancia, ¡es casi una ruta obligada para los locales!
Hay que tener en cuenta que, aunque fácil, la segunda mitad del sendero transcurre sobre terreno pedregoso. Tras la zona de pista ancha inicial, el camino se convierte en una senda estrecha de roca y tierra, con algunas piedras sueltas y tramos irregulares. Aunque no representa un gran desafío, sí conviene extremar la precaución para evitar resbalones, sobre todo si ha llovido hace poco y las piedras están mojadas, o si se realiza la ruta con niños pequeños. En resumen: ruta corta, fácil y muy gratificante, solo pide calzado adecuado y sentido común en los tramos finales.
¿Cómo llegar al inicio de la ruta?
El inicio de la ruta hacia la Olla de San Vicente está situado a escasa distancia de Cangas de Onís. Cómo llegar en coche: desde Cangas de Onís toma la carretera N-625 en dirección sur (hacia el Puerto del Pontón o Riaño). Recorre unos 6-7 km por esta carretera hasta pasar el pequeño pueblo de Tornín. Al pasar este pueblo, fíjate en la indicación hacia el río Dobra, a mano izquierda encontrarás un restaurante llamado Puente Dobra, conocido también como Bodegón del Dobra. Justo al lado, antes de cruzar el puente sobre el río, hay un pequeño aparcamiento donde puedes dejar el coche y comenzar la ruta.
El aparcamiento es limitado, con capacidad para unos pocos vehículos (en temporada alta se llena pronto). Si vas en verano o puentes, es recomendable madrugar para conseguir sitio. Alternativamente, se puede aparcar unos metros más adelante, cruzando el puente viejo (Puente del Dobra o Puente Vieyu) en algún ensanche del camino, pero no es muy amplio y hay que tener cuidado de no obstaculizar la vía. Actualmente no hay transporte público directo hasta este punto, por lo que el coche es la opción más cómoda. Una vez estacionado, verás el camino de tierra señalizado que sale paralelo al río: ¡esa es la senda hacia la Olla de San Vicente!

La mejor temporada para disfrutar de la Olla de San Vicente
La ruta puede realizarse en cualquier época del año, pero la mejor época para visitarla depende de lo que busques:
- Verano (junio a septiembre): Es la época preferida para disfrutar de un buen baño en la Olla de San Vicente. Durante los meses de calor, el río Dobra tiene un caudal más bajo y la poza se convierte en una piscina natural irresistible para darse un chapuzón. Eso sí, ten en cuenta que en verano es cuando más gente acude; el sendero y la poza pueden estar concurridos, especialmente en agosto y fines de semana. También es cuando el aparcamiento se complica, así que llegar temprano es clave.
- Primavera y otoño: Fuera de los meses punta de verano, la ruta gana en tranquilidad. En primavera el paisaje está muy verde y el caudal del río lleva aguas abundantes (aunque más frías para el baño). En otoño los bosques de ribera se tiñen de ocres y amarillos, ofreciendo un espectáculo de color distinto y muy bonito. Estas estaciones son ideales si prefieres caminar sin aglomeraciones y disfrutar del entorno en silencio. Eso sí, tras lluvias intensas el agua de la poza puede perder algo de su característico color esmeralda debido al barro, y el terreno puede estar más resbaladizo.
- Invierno: Se puede hacer la ruta en días de invierno suaves. No suele haber nieve en esta baja altitud, pero hará frío y evidentemente bañarse no será viable para la mayoría (¡el agua del Dobra en invierno está helada!). La ventaja es que probablemente estés casi solo. Abrígate bien y lleva calzado impermeable si la haces en esta época.
En resumen: si quieres disfrutar de la poza en todo su esplendor y bañarte, ve en verano o finales de primavera. Si valoras la calma y no te importa el agua fría, las estaciones intermedias son muy recomendables. Evita días de lluvia fuerte por seguridad y para apreciar mejor el color cristalino del agua.
Qué llevar: equipamiento recomendado
Para que tu experiencia sea cómoda y segura, aquí tienes una lista de qué llevar a la ruta de la Olla de San Vicente:
- Calzado adecuado: El camino es fácil, pero tiene tramos de roca. Lleva zapatillas de senderismo o deportivas con buena suela antideslizante. Evita chanclas u otro calzado inestable durante la caminata (reserva las sandalias para el momento del baño).
- Vestimenta cómoda: Opta por ropa deportiva o casual adaptada a las condiciones meteorológicas.
- Bañador y toalla: Si tienes pensado darte un baño, no olvides llevar el bañador puesto o guardarlo en la mochila, junto con una toalla o pareo para secarte después. También puedes llevar zapatillas de agua o cangrejeras, ya que el fondo de la poza está cubierto de piedras resbaladizas.
- Agua y algo de comida: No hay fuentes ni bares durante la ruta (solo el restaurante al inicio). Lleva tu cantimplora con agua suficiente, especialmente en días calurosos. Una pequeña mochila con fruta, frutos secos o bocadillos te permitirá picar algo y quizás hacer un picnic en las praderas junto a la poza.
- Protección solar: En gran parte del camino tendrás sombra, pero en la zona de la Olla y praderas adyacentes el sol puede pegar fuerte en verano. Usa protector solar, gorra y gafas de sol para no quemarte.
- Teléfono/cámara: Te gustará inmortalizar las vistas de las aguas esmeralda y los paisajes. Lleva tu móvil con batería o cámara de fotos. Aunque hay tramos sin mucha cobertura, siempre es útil por seguridad llevar el teléfono.
- Pequeño botiquín (opcional): Si vas con niños, nunca está de más llevar curitas, repelente de insectos, etc. La ruta es corta, pero un rasguño o picadura puede ocurrir.
Consejos prácticos para disfrutar la ruta
Algunos consejos prácticos adicionales para que tu visita a la Olla de San Vicente sea perfecta:
- Madruga o evita las horas de mayor afluencia: Como ya hemos comentado, en temporada alta suele haber bastante gente. Ir a primera hora de la mañana o entre semana te asegurará aparcamiento y más tranquilidad en la senda y la poza.
- Mantén a los niños vigilados: Si haces la ruta con niños pequeños, ten especial cuidado en el tramo final (sendero estrecho con piedras) y cerca del agua. Es una ruta familiar, pero los peques podrían resbalar en las rocas o acercarse imprudentemente al borde de la poza. Llévalos de la mano en las zonas complicadas.
- No es apta para carritos de bebé ni sillas de ruedas: Aunque el recorrido es fácil, el terreno no es liso. Si vas con un bebé, mejor usar mochila portabebés. Y personas con movilidad muy reducida podrían tener dificultades en la segunda mitad del camino.
- Cuidado tras lluvias: Si ha llovido recientemente, las partes de caliza pulida y barro estarán resbaladizas. Usa bastones de senderismo si los tienes, o camina con más precaución.
- Respeta las fincas privadas: Durante el recorrido encontrarás viejas cabañas y prados que pertenecen a propietarios particulares.
- Tiempo en la poza: Cuando llegues a la Olla de San Vicente, tómate tu tiempo para disfrutar. Puedes bañarte, tomar el sol en las rocas o comer tu bocata bajo los árboles (hay tilos y alisos que dan sombra).
- Respeta el medioambiente: En el río habitan varias especies de peces y anfibios. Es un placer observarlos nadar en agua tan transparente. Anima a los niños a fijarse, pero explícales que no deben intentar atraparlos ni alterar su hábitat.
Respeta el entorno: normas y recomendaciones medioambientales
La Olla de San Vicente se mantiene tan limpia y paradisíaca en gran parte porque los visitantes cuidan de ella. ¡Sigamos el ejemplo! Algunas normas y recomendaciones para preservar este entorno natural:
- No dejes basura: Todo lo que lleves, tráelo de vuelta. Usa una bolsa para recoger tus desperdicios (cáscaras, envoltorios, botellas) y deposítala luego en un contenedor adecuado. Incluso los restos orgánicos o biodegradables deben recogerse, para no alterar la zona ni atraer animales a comida no natural.
- No alteres el ecosistema: Está prohibido arrojar jabones, detergentes u otras sustancias al agua. Si te bañas, hazlo solo con tu cuerpo, no uses champú ni jabón en el río. Tampoco eches comida al agua ni alimentes a la fauna, podrían ser dañinos para los peces o aves.
- Respeta la flora y fauna: No arranques plantas, no cortes ramas ni te lleves “recuerdos” naturales. Las flores, piedras y demás elementos deben quedarse donde están. Observa a los animales (aves, peces, insectos) sin molestarlos, a distancia. Si vas con perro, mejor llévalo controlado para que no persiga a la fauna salvaje.
- Prohibido hacer fuego o acampar: En esta ruta no hay zonas habilitadas para acampar ni hacer fuego. Las fogatas son muy peligrosas en un entorno boscoso como este y están prohibidas. Si quieres pasar el día, hazlo en horario diurno y regresa a dormir a un alojamiento o camping autorizado.
- Silencio y disfrute: Se trata de un paraje natural. Procura no poner música alta ni gritar; los sonidos de la naturaleza (el río, las aves) son parte de su encanto. Otros senderistas agradecerán tu comportamiento respetuoso. Mantén mascotas bajo control y evita que ladren continuamente o incomoden a otros visitantes.
En definitiva, aplica el sentido común y la ética del buen senderista: deja el lugar igual o mejor de como lo encontraste. Gracias a eso, quienes vengan después (¡y quizás tú mismo en el futuro!) podrán hallar la Olla de San Vicente tan pristina y hermosa como hoy.
Después de disfrutar de la Olla de San Vicente, si te quedas con ganas de más aventura acuática en Asturias, te recomendamos vivir el famoso Descenso del Sella en canoa. Muy cerca de Cangas de Onís se inicia esta actividad de bajar el río Sella en canoa, una experiencia divertida y paisajística única en Asturias. Empresas locales como Canoas El Moyau ofrecen alquiler de canoas, equipamiento y guía para que recorras el Sella de forma segura y amena. Es una excursión perfecta para combinar en un fin de semana aventurero: un día senderismo y baño en la Olla de San Vicente, y otro día remando por las aguas del Sella entre bosques y montañas.
Canoas El Moyau destaca por su trato cercano y profesional, ideales para familias, grupos de amigos o parejas que quieran probar el descenso en canoa. ¡Imagínate rematar tu visita a Asturias navegando por uno de sus ríos más emblemáticos! Sin duda, la combinación de la ruta de la Olla de San Vicente y el Descenso del Sella hará que tu viaje sea inolvidable, lleno de naturaleza, deporte y diversión. ¿Te animas a descubrirlo? ¡Asturias te espera con los brazos abiertos y aguas cristalinas!